Muchas palabras, pocas ideas…

 

Ahora que esta de moda el pre-auge de las candidaturas a la presidencia de Nuestro País, hablando de dirigentes, líderes, jefes de gobierno y candidatos, llega un momento en su trayectoria en la que dejan de pensar (utópicamente hablando), o al menos, reducen drásticamente su actividad cogitativa. Para ocultarlo, desarrollan esquemas de conversación de uso general o, en el caso de figuras públicas, discurso de uso general. Se componen de frases que tengan aire solemne, pero que son lo suficientemente vagas para ser aplicables a todas las situaciones, cambiando, en todo caso, unas pocas palabras cada vez para acomodarse al auditorio de que se trate.

Un proyecto de investigación en cestos de papeles y cubos de la basura de ejecutivos reveló las siguientes notas, evidentemente fragmentos de un borrador de discurso para todo uso. Sus autores originales tienen ya bastantes problemas sin necesidad de que se dé a conocer sus nombres. Mi finalidad es meramente didáctica…

He aquí el resultado de sus notas:

Señoras y/o caballeros:

En estos agitados tiempos, constituye para mí un gran placer hablarles a ustedes sobre el importante tema de…………………………… Es ésta una materia en la que se han realizado extraordinarios progresos. Naturalmente, y justamente, nos sentimos orgullosos de cuánto hemos conseguido en el ámbito local, mas no debemos omitir nuestras palabras de homenaje a aquellos individuos y grupos que han realizado descollantes aportaciones a una mayor escala, en el plano regional, nacional y, ¿por qué no decirlo?, también en el plano internacional…

Aunque no debemos subestimar jamás las maravillas que pueden ser conseguidas mediante la dedicación, resolución y persistencia personales, sugiero, no obstante, que pecaríamos de presuntuosos si pensáramos que podemos resolver problemas que han desafiado a los mejores cerebros de las generaciones pretéritas y presentes. En conclusión, pues, permítanme declarar, rotunda e inequívocamente, mi postura. Apoyo firmemente el progreso; exijo progreso; ¡espero ver progreso! Pero lo que deseo y busco es progreso auténtico, no simples mudanzas y oscilaciones motivadas por una mera ansia de novedades. Yo sugiero, amigos míos, que ese auténtico progreso sólo será alcanzado si fijamos nuestras mentes, manteniéndolas inconmoviblemente fijas, en nuestra gran herencia histórica y en aquellas esplendorosas tradiciones en las que, ahora y siempre, reposa nuestra verdadera fuerza.

Muchas gracias…

 

Estracto del libro  “El principio de Peter”
Autores Dr. Laurence J. Peter y Raymond Hull
 
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Una respuesta a Muchas palabras, pocas ideas…

  1. Libélula dijo:

    Oye aun cuantificas las entradas a tu blog? Porque seguramente este post es un éxito en esa cuantificación y ya esta debidamente copiado por varios funcionarios, jaja es un speech fabuloso!!

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